Fundado por el presbítero Jesús María Duque por los años de 1923 a 1925, empezó a funcionar bajo la dirección de doña Noemí Hernández e igualmente destacar al Medico Adán Rendón y Rafael Castaño quienes apoyaron la gestión del hospital y en general fueron personas que activamente ayudaron en el progreso del municipio.
En el año de 1940, ante la instancia de servicios, el honorable concejo municipal mediante acuerdo numero 20 del 10 de abril, creó el hospital san Antonio de Cisneros, para que se diera atención medica inmediata a los pacientes con enfermedades agudas y quienes por su estado de salud les era difícil su traslado a la ciudad de Medellín como única unidad de referenc
ia de la época; estaba ubicado donde fuera el asilo de ansíanos. Las instalaciones no eran las mas adecuadas; consistía en un a amplia casona, casi fantasmal, construida en tapia, con enormes salas donde se decidió hospitalizar a los pacientes. Tenía también una rudimentaria cocina donde se preparaba los alimentos y algunas alcobas donde se alojaban familiares de los hospitalizados que no tenían parientes a donde llegar o carecían de condiciones económicas para pagar hotel. Para el sostenimiento se recurría a las donaciones y caridad de algunos benefactores, población en general y el comercio. De la parte administrativa estaban ocupadas las hermanas de la presentación que mandara el padre José Joaquín Zuluaga. Los equipos y materiales con los que trabajaba el medico para su labor asistencial eran sencillos, escasos y de bajos costos, pues eran donaciones de otros hospitales. El diagnostico se basaba en la capacidad clínica y racional del medico.
En el año de 1940, ante la instancia de servicios, el honorable concejo municipal mediante acuerdo numero 20 del 10 de abril, creó el hospital san Antonio de Cisneros, para que se diera atención medica inmediata a los pacientes con enfermedades agudas y quienes por su estado de salud les era difícil su traslado a la ciudad de Medellín como única unidad de referenc
ia de la época; estaba ubicado donde fuera el asilo de ansíanos. Las instalaciones no eran las mas adecuadas; consistía en un a amplia casona, casi fantasmal, construida en tapia, con enormes salas donde se decidió hospitalizar a los pacientes. Tenía también una rudimentaria cocina donde se preparaba los alimentos y algunas alcobas donde se alojaban familiares de los hospitalizados que no tenían parientes a donde llegar o carecían de condiciones económicas para pagar hotel. Para el sostenimiento se recurría a las donaciones y caridad de algunos benefactores, población en general y el comercio. De la parte administrativa estaban ocupadas las hermanas de la presentación que mandara el padre José Joaquín Zuluaga. Los equipos y materiales con los que trabajaba el medico para su labor asistencial eran sencillos, escasos y de bajos costos, pues eran donaciones de otros hospitales. El diagnostico se basaba en la capacidad clínica y racional del medico. POR:
DIANA MORENO
LUISA PARRA
Tiene mucha historia este hospital
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